Dos cosas | Basura

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Dos cosas. Una cosa que es un disco, y un disco que es una cosa. Tres lados. Uno, otro y los dos juntos. Dos capítulos que duran lo mismo y un tercero en donde lo que suena se acumula y en donde las referencias se pierden en la saturación. “Dos Cosas” no explica ni define, resuena.

Two things. One thing is an album, and an album is one thing. Three sides. One, the other, and both together. Two chapters that last the same amount of time and a third where what sounds accumulates and where the references get lost in the saturation. “Two Things” does not explain or define, it resonates.

CRÉDITOS CREDITS

BASURA Valentín Pelisch Pablo Boltshauser

Grabación y mezcla Recording and mixing
BASURA

Masterización Mastering
NICOLÁS VARCHAUSKY

Diseño de tapa y tarjeta Album cover and card design
FLORENCIA ASTEGGIANO

Curaduría de objetos Curator of objects
FRANZ VICHA

Notas a la edición Liner notes
PABLO KATCHADJIAN

Producción artística Artistic production
BASURA

Producción ejecutiva Executive producer
NICOLÁS VARCHAUSKY

Notas a la edición Liner notes PABLO KATCHADJIAN

El dúo se llama Basura, que es como un aviso no de lo que hacen sino de lo que les gusta usar como material: los videos chatarra, el ruido. Y también de cómo ven lo que queda. En vivo, Pablo Boltshauser toca la guitarra y Valentín Pelisch pasa unos videos que además tienen sonido, y los mezcla, recorta y superpone. Lo que hacen es música. Pero tampoco diría que convierten la basura en música. Diría que hacen música con la basura y dejan ahí otro tipo de basura. Podrían decir, en una entrevista: “Usamos la música para lograr transformar la basura en otro tipo de basura”. De modo que habría que decir que el nombre de la banda apunta a la transmutación de una cosa en la misma cosa pero distinta, porque atravesó un proceso. La primera basura es la chatarra de la sociedad –videos, ruido- y la segunda es la chatarra de los músicos. Uno podría pensar cualquier producción de esta manera. ¿Qué es la literatura? Es la chatarra de la escritura. ¿Qué es la danza? Es la chatarra de los cuerpos que se mueven. ¿Qué es este texto? Es la chatarra de mi cabeza tratando de entender este disco. Lo bueno de pensar así es que nos puede ayudar a evitar cualquier idea horrible de la forma bella y liberarnos de ambiciones tristes sobre hacer algo que debería ser de alguna manera. El compositor Terry Riley dijo en una entrevista: “Entendí que si empiezo diciendo ‘voy a hacer algo, ¡soy tan poderoso que voy a hacer esto!’, probablemente no lo logre de la misma manera que si pido permiso para hacerlo”. Y también dijo que pensar el arte como algo que simplemente ocurre “es una forma muy poderosa de acercarte a tu arte, porque, por ejemplo, no te vas a sentir bloqueado cuando quieras escribir porque vas a entender que cualquier cosa que hagas está bien, porque para hacer eso es que el universo te dio permiso”.

El universo le dio permiso a este dúo para hacer esto, y esto quizá sea lo único que se puede hacer: procesar basura. Tal vez esa sea la función del arte. Hay varios animales que lo hacen: comen algo nocivo y lo defecan de tal manera que deja de ser nocivo. ¿O lo hacen todos los animales, y todos los seres vivos? Quizá todo el planeta es un sistema de eso mismo: seres que toman basuras nocivas y las devuelven hechas basuras no nocivas. O nocivas y no nocivas para distintos seres. Hubo mucho entusiasmo últimamente con hongos y bacterias que comen plástico en el mar, por ejemplo. Una solución para la autocrítica y alarma humana anterior: estábamos dejando basura que nadie podía procesar, era una ruptura del sistema principal. Si se puede procesar, está bien. Pero evidentemente sigue sin estar bien.

La función del arte, podría decirse, es encontrar nuevas formas de procesar nuevas basuras. Para eso se nos dio permiso. Por eso el arte viejo puede ser muy lindo pero poco útil, finalmente, salvo cuando encuentra nuevas basuras que procesar, o cuando las basuras que procesa siguen vigentes. Esas bacterias y hongos nuevos que aparecieron para comerse nuestros plásticos, por ejemplo, no existirían, quizá, si no hubiese nueva basura en forma de microplásticos flotando en los mares. Y esta música no existiría sin todos los videos que circulan y nos inundan el pensamiento y la retina. ¡Gracias, Basura, por el servicio!

The duo is called Basura, which is like a warning not of what they do but of what they like to use as material: junk videos, noise. And also of how they see what remains. Live, Pablo Boltshauser plays the guitar and Valentín Pelisch plays some videos that also have sound, and mixes, cuts and superimposes them. What they do is music. But I wouldn’t say that they turn garbage into music either. I would say that they make music with garbage and leave another kind of garbage behind. They could say, in an interview: “We use music to transform garbage into another kind of garbage.” So it should be said that the name of the band points to the transmutation of one thing into the same thing but different, because it went through a process. The first garbage is the garbage of society – videos, noise – and the second is the garbage of musicians. One could think of any production in this way. What is literature? It is the garbage of writing. What is dance? It is the garbage of bodies that move. What is this text? It’s the junk in my head trying to understand this record. The good thing about thinking like this is that it can help us avoid any horrible ideas of the beautiful form and free us from sad ambitions about making something that should be some way. Songwriter Terry Riley said in an interview: “I understood that if I start saying ‘I’m going to do something, I’m so powerful that I’m going to do this!’, I probably won’t achieve it in the same way as if I ask for permission to do it.” And he also said that thinking of art as something that just happens “is a very powerful way to approach your art, because, for example, you’re not going to feel blocked when you want to write because you’re going to understand that whatever you do is okay, because that’s what the universe gave you permission to do.”

The universe gave this duo permission to do this, and this is perhaps the only thing you can do: process garbage. Maybe that’s the function of art. There are several animals that do this: they eat something harmful and they defecate it in such a way that it stops being harmful. Or do all animals and all living beings do it? Perhaps the entire planet is a system of exactly that: beings that take harmful waste and return it as non-harmful waste. Or harmful and non-harmful to different beings. There has been a lot of enthusiasm lately about fungi and bacteria that eat plastic in the sea, for example. A solution to the previous human self-criticism and alarm: we were leaving garbage that no one could process, it was a break in the main system. If it can be processed, it is fine. But it is still obviously not fine.

The function of art, you could say, is to find new ways to process new garbage. That is what we were given permission to do. That is why old art can be very nice but not very useful, in the end, except when it finds new garbage to process, or when the garbage it processes is still valid. Those new bacteria and fungi that appeared to eat our plastics, for example, would not exist, perhaps, if there were not new garbage in the form of microplastics floating in the seas. And this music wouldn’t exist without all the videos that circulate and flood our thoughts and retinas. Thank you, Basura, for the service!