El elemento enigmático by j.crowe is licensed under CC BY-NC-ND 4.0
Banda de sonido original para EL ELEMENTO ENIGMÁTICO, una. película de Alejandro Fadel. Original soundtrack for EL ELEMENTO ENIGMÁTICO, a film by Alejandro Fadel.
Montañas electrónicas, ritmos postorgánicos, vientos preseteados y estratigrafías midi componen un sueño contra-teológico del que no nos será fácil despertar. Jorge Crowe habilita este multiverso sci-ambient a través de una puesta sonora que tensiona la composición musical con la práctica de la improvisación electrónica, y con ello, las imaginaciones sobre el futuro que ambas estrategias suponen. (De las notas de Florencia Curci para esta edición)
Electronic mountains, post-organic rhythms, preset winds and midi stratigraphy compose a counter-theological dream from which it will not be easy for us to wake up. Jorge Crowe enables this sci-ambient multiverse through a sound performance that stresses the musical composition with the practice of electronic improvisation, and with it, the imaginations about the future that both strategies imply. (From liner notes by Florencia Curci)
Composición Composition
J.CROWE
Grabado en Recorded at
LABORATORIO DE JUGUETE 2016 – 2017
Mezcla y Mastering Mixing and Mastering
OIDOSCONTENTOS
Diseño de tapa Cover Design
ANDRES MENDILAHARZU
Notas a la edición Liner notes
FLORENCIA CURCI
Producción Ejecutiva Executive Producer
NICOLÁS VARCHAUSKY & DAMIÁN ANACHE
Descargar las notas a la edición y los créditos completos Download liner notes and full credits
Notas a la edición Liner notes Florencia Curci
He visto a una señora
que simulaba no poder
moverse con facilidad
correr hacia un asiento vacío
con el colectivo en movimientoSebastián Goyeneche
Un milagro implica siempre una transformación misteriosa. Es un evento que, aun si es producido naturalmente, posee una causa ignorada por lxs humanxs. El elemento enigmático, en ese sentido, es milagroso (infringe una y otra vez la ley de lo que consideramos natural) porque tiene el poder de convertir aquello que toca en un río turbulento y generativo de ciencia ficción. Montañas electrónicas, ritmos postorgánicos, vientos preseteados y estratigrafías midi componen un sueño contra-teológico del que no nos será fácil despertar. Lo que es, no es.
El viaje comienza por el espacio. Generadores de ruido filtrados establecen un ritmo respiratorio excesivo, global, una pulmonación atmosférica que invita a los astronautas del viento, de la inspiración total, a adentrarse en una fabulación entre lo interno y lo externo, como la respiración, entre un planeta y el espacio exterior, entre un sujeto y su entorno.
La ciencia ficción es la libertad total (o el músculo) para especular sobre el futuro. Uno de sus tropos es el de la distopía, es decir (según Wikipedia) la construcción de una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Sin embargo (como señala el teórico marxista Frederic Jameson), las distopías finalmente no hablan tanto del futuro de una sociedad como de sus modos de producción actuales, sólo que proyectados. He aquí nuevamente el milagro. En el mundo de la aceleración y la autodeterminación, del scroll y los tracks sueltos para el consumo salteado en plataformas virtuales, de principio a fin El elemento enigmático nos propone lo contrario: la suspensión y la entrega, una meditación de escucha como la describe Pauline Oliveros (otra gurú de la ciencia ficción) que alterna lo global con lo focalizado, la totalidad, con la particularidad, en un continuum sonoro que nos atraviesa y nos determina mediante infinitas relaciones.
Jorge Crowe habilita este multiverso sci-ambient a través de una puesta sonora que tensiona la composición musical con la práctica de la improvisación electrónica, y con ello, las imaginaciones sobre el futuro que ambas estrategias suponen. De un lado el diseño, es decir el control sobre lo que vendrá y del otro improvisus, la imposibilidad de anticipar, que a la vez permite la acción situacional con-otros (humanxs, no-humanxs, tecnológicos).
En una compresión metafísico-delirante realiza un compostaje sintético que genera las condiciones para que, al reproducir el elemento enigmático, emerja como un milagro este páramo solarpunk, este ensayo inmersivo sobre una velocidad sustentable.
I saw a lady
who pretended not to be able
move easily
run to an empty seat
with the collective in motionSebastián Goyenechea
A miracle always implies a mysterious transformation. It is an event that, even if produced naturally, has a cause ignored by humans. The enigmatic element, in that sense, is miraculous (it infringes again and again the law of what we consider natural) because it has the power to turn what it touches into a turbulent and generative river of science fiction. Electronic mountains, post-organic rhythms, preset winds and midi stratigraphy compose a counter-theological dream from which it will not be easy for us to wake up. What is, is not.
The journey begins in space. Filtered noise generators establish an excessive, global breathing rhythm, an atmospheric pulmonation that invites the astronauts of the wind, of total inspiration, to enter into a fable between the internal and the external, like breathing, between a planet and outer space, between a subject and his environment.
Science fiction is the total freedom (or the muscle) to speculate about the future. One of its tropes is that of dystopia, that is (according to Wikipedia) the construction of a fictional society undesirable in itself. However (as the Marxist theorist Frederic Jameson points out), dystopias ultimately do not speak so much of the future of a society as of its current modes of production, only projected. Here again is the miracle. In the world of acceleration and self-determination, of scrolling and loose tracks for skipped consumption on virtual platforms, from beginning to end, the enigmatic element proposes the opposite: suspension and surrender, a meditation of listening as described by Pauline Oliveros (another science fiction guru) that alternates the global with the focused, the totality, with the particularity, in a continuum of sound that crosses us and determines us through infinite relationships.
Jorge Crowe enables this sci-ambient multiverse through a sound performance that stresses the musical composition with the practice of electronic improvisation, and with it, the imaginations about the future that both strategies imply. On the one hand the design, that is to say the control over what will come and on the other hand improvisus, the impossibility of anticipating, which at the same time allows situational action with others (humans, non-humans, technology).
In a metaphysical-delirious compression, he makes a synthetic compost that generates the conditions so that, when reproducing the enigmatic element, this solarpunk moor emerges as a miracle, this immersive essay on a sustainable speed.